En algún momento el mundo fue un sitio tranquilo sin embargo la tentación y los demás pecados tenian que tocar la puerta del hombre. El peor de ellos es la envidia, ese sentimiento que por el cual se desea la mujer del otro (no es lujuria), el carro del otro, la casa, etc. Ese sentimiento que pudre el corazón y no deja que nos alejemos del odio, destruyendo todo lo bueno que existe en el corazón, en el espíritu. Es ese duende maligno que se esconde bajo la sonrisa, el abrazo y hasta el beso falso.
La mayor parte del mundo se pasa deseando las pertenencias de la otra mitad, es por esto que tenemos guerras, que destruimos el medio sin importar nada, porque si el hace basura yo hago el doble. Si él es corrupto, yo debo ser más corrupto, etc...
Ayer vi una película colombiana muy buena en la cual se planteaba el dilema de la ciudad y el ámbito rural. La protagonista decia lo siguiente: "prefiero morir aquí de frío (en referencia a lo rural) que morir adicta en la ciudad".
Es decir, si los seres humanos son tan facilmente corruptibles con las cuestiones del mundo que prefiero renuciar a todo y retomar el camino perdido en el laberinto de estos tiempos, lo espiritual.
by fractus